Cuando la cometa de Floyd queda atrapada en un árbol, la imaginación será el límite para intentar bajarla arrojándole toda clase de objetos... una zapatilla, un bote de pintura, un gato, una escalera, una ballena, un barco, etc. Al final, consigue hacerla caer, pero dejará olvidado algún que otro objeto atrapado entre las ramas del árbol.