A veces pensamos que pasar tiempo junto a un niño es un sacrificio que hacemos los adultos, y sucede que es al contrario: los niños son nuestros psicólogos, entrenadores físicos, maestros de la meditación y el autocontrol, inventores, creadores, poetas y pintores, educadores, filósofos y mediadores sociales. Crecemos con ellos.