Uno de los aspectos más interesantes del libro es que la autora relata su experiencia directa y personal con las piezas sueltas. Por tanto, resulta muy inspirador conocer y ver en las fotografías cómo tiene organizada su casa. De esta manera, el juego con piezas sueltas no solo se percibe como una posibilidad o una idea bonita. Al contrario, la pasión con la que se describen los materiales, las provocaciones, las posibilidades de juego, etc. animan a cualquiera a embarcarse en este aventura y transformar la casa en un atelier como el de Priscilla y su familia.
Podéis leer una reseña muy completa en este blog.