La humanidad siempre ha sido nómada. La vida sedentaria, la fijación de fronteras y la creación de documentos de identidad para un control de la población cada vez más estricto son un fenómeno muy reciente. Teniendo en cuenta que el mundo nunca había estado tan globalizado, resulta paradójico. La aparición reciente de movimientos populistas en Occidente, enfocados en el cierre de las fronteras y en rechazar a los otros, plantea serios interrogantes sobre nuestra fraternidad, sobre todo en los albores de las grandes migraciones climáticas que se avecinan, ya que podrían afectarnos directamente.